Todos los años llega ese día, entre el 10 y el 20 de septiembre aproximadamente, en el que el aire adquiere un aroma diferente. Se mezclan humo, hielo y humedad para crear ese olor que, al aspirar, nos arranca un suspiro: ¡se acabó el verano!
Van desapareciendo poco a poco las cerezas y los higos de las estanterías de mi frutería predilecta, para dejarles paso a las naranjas, a las manzanas y a las granadas. ¡Qué fruta más curiosa, la granada! Una cáscara rojiza, dura, que esconde cientos de semillas color sangre –o granate– repartidas en ventrículos separados por finas paredes de piel blanca. Un corazón alienígena. Continue reading “Semillas de granada”